El bombardeo aéreo fue ejecutado por la aviación del mariscal Jalifa Hafter. De acuerdo con su versión, las fuerzas aéreas de Hafter atacaron el barrio residencial de Al-kala, mientras que los responsables del llamado Ejército Nacional de Libia han negado que ese fuera su objetivo.
A principios de este año, las tropas de hafter se hicieron con el control de Murzuq en el transcurso de una exitosa ofensiva en la región meridional del país. Sin embargo, la ciudad recuperó su autonomía después de que el ambicioso mariscal redirigiera sus tropas hacia los alrededores de Trípoli.
El bombardeo se inscribe en el conflicto que enfrenta a Hafter con el llamado Gobierno de Unidad, el reconocido por la comunidad internacional y que controla Trípoli, la capital. Hafter, por su parte, domina la región oriental del país, donde se halla la mayoría de los yacimientos de petróleo, y buena parte del sur.
El pasado mes de abril, Hafter lanzó una ofensiva para hacerse con Trípoli. Hasta el momento, los combates ya han provocado más de 1.000 víctimas mortales, unos 5.000 heridos, y más de 100.000 desplazados.
La semana pasada, el enviado especial de la ONU, instó a las partes del conflicto a sellar un alto el fuego con motivo de la festividad religiosa del Aïd Al Adha, la fiesta del cordero para los musulmanes, como paso previo a un nuevo proceso de diálogo.