Los sismos en los países del Triángulo Norte son más comunes que en otras partes del mundo por diversos factores. Guatemala, Honduras y El Salvador, están sujetos a los movimientos especialmente de tres placas tectónicas que son: la del Caribe, la Cocos y la de Norte América, que al mantenerse una bajo otra genera el movimiento de tierra.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), informó que 932 sismos han sido registrados por sus aparatos durante este año, de los cuales 39 han sido sensibles para la población. En las últimas 24 horas se han registrado 10 movimientos telúricos, pero ninguno sensible.
Por medio del Departamento de Investigación y Servicios Geofísicos del Insivumeh se mantiene vigilancia de la actividad sísmica relevante al territorio, por medio de la red sismológica nacional.
De acuerdo con la información estadística solo en 2020, el departamento registró 2 mil 443 eventos telúricos, de los cuales 79 fueron sensibles para la población.
Autoridades piden a la población mantener la calma en todo momento y estar informados por las fuentes oficiales. Además, aconsejan siempre tener lista la mochila de las 72 horas por cada miembro de la familia.
Placas tectónicas
Guatemala tiene una extensión territorial de 108 mil 889 kilómetros cuadrados, que se ve influenciada por tres placas tectónicas. Los movimientos relativos entre estas determinan los principales rasgos topográficos del país.
La complejidad geológica a partir de la colisión de estas tres placas provoca que ciertas regiones a nivel nacional sean mucho más susceptibles ante movimientos telúricos, ya que las ondas sísmicas se pueden atenuar o aumentar y provocar movimientos mucho más fuertes de lo que normalmente son.