Sergéi Lavrov se reunió con su homólogo ucraniano el jueves en Turquía, en la primera reunión de alto nivel entre Moscú y Kiev desde el inicio de la guerra hace dos semanas.
En las primeras declaraciones públicas del Kremlin acerca del ataque del miércoles a una maternidad en la asediada ciudad de Mariúpol, Lavrov no negó ni eludió la responsabilidad por el ataque.
Señaló que el lugar había sido tomado por combatientes radicales ucranianos de extrema derecha que lo utilizaban como base. A pesar de que la existencia de muchas imágenes de civiles heridos en el ataque y de que el ayuntamiento dijo que entre las tres víctimas mortales había un niño, Lavrov señaló que todos los pacientes y las enfermeras habían sido evacuados antes.
Según Lavrov, Rusia está dispuesta a entablar negociaciones, pero no dio indicios de que Moscú vaya a suavizar su postura en el conflicto.