Organizaciones protectoras de la niñez y adolescencia reportan que por año se registran entre 2 mil a 2 mil 500 embarazos en menores a causa de una violación.
Al 30 de abril de este año se registran en Guatemala 776 nacimientos y quienes han dado a luz bajo este número, son niñas y jóvenes entre 10 y 14 años.
¿Qué pasa por la mente de una niña o adolescente que se convierte en madre a edad temprana causa de una violación sexual?
En el tema psicológico, nosotros tenemos la oportunidad de acompañar algunos casos de violencia sexual. Lo que hemos visto es que las niñas son víctimas desde que tienen 6 o 7 años, no entienden bien lo que pasa, saben que no les gusta pero lo aceptan, en parte por la costumbre.
Normalmente es un familiar, ya sea el papá o el abuelo de ejercer esta violencia sexual, cuando se da el embarazo se descubre el caso de violencia sexual.
Lo que vemos es que son niñas que hablan poco, que están retraídas, no entienden totalmente que está pasando en el marco del embarazo, ni lo que significa tener un bebé tampoco.
A los 12 años teníamos una niña que nos decía: a mí lo que me da miedo cuando crezca es este bebé me quite mis juguetes, o mi mamá lo va a querer más a él que a mí. Seguimos hablando de niñas víctimas de violencia sexual embarazadas”, detalló Mirna Montenegro, del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva.
La gran cantidad de estas menores pertenecen al área occidental y muchas veces sin acceso fácil a la educación y salud.
Mismos departamentos, es decir Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, San Marcos y Guatemala, son los que tienen el primer lugar, en el marco de niñas embarazadas. Una de las más pequeñas se encuentra en Quetzaltenango tiene 10 años. De 11 años hay 3, se encuentran en Quiché, Quetzaltenango y Guatemala”, dijo la entrevistada.
Desde 2018 organizaciones reportan que por año se registran 2,400 casos de violación y a consecuencia un embarazo, y aunque en 2020 bajaron las cifras, en 2021 se incrementaron de nuevos.