El domingo de Ramos es una celebración que marca el fin de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa, tiempo en que se conmemora la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
El domingo previo a la semana santa, fieles católicos acuden a la iglesia con su ramo hecho de palma y adornado con flores y corozo.
Durante esta celebración los devotos recuerdan como Jesús entró a Jerusalén y fue aclamado como un rey por sus discípulos quienes extendieron mantos, ramas de olivo y de palma a su paso.
Por esta razón, la eucaristía del Domingo de Ramos tiene dos momentos importantes.
El primero es la procesión de las palmas y la bendición de las mismas por parte del sacerdote. El segundo es la lectura de la palabra que conmemora la Pasión del Señor, en el evangelio de San Mateo.
De allí surge que el color litúrgico de Domingo de Ramos sea el rojo, ya que se conmemora la Pasión del Señor.