La Organización Mundial de la Salud está en alerta debido a que los casos de sarampión incrementaron en 300% en todo el mundo durante el primer trimestre del año. Por lo que insta a las naciones a promover la inmunización, que hoy por hoy representa el arma más eficaz en contra de ésta enfermedad.
De acuerdo a estudios de la OPS, el sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas.
Los síntomas iniciales, que suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección, consisten en fiebre alta, catarro, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.
Varios días después aparece un exantema que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo gradualmente al resto del cuerpo. No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas, sin embargo puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.
Se calcula que en 2016 murieron 89 780 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de cinco años.