Los fiscales federales dijeron que los tres son sospechosos de haber estado involucrados en el lavado de 12,2 millones de dólares entre 2009 y 2015. El banco está acusado de contratar a empresas fantasma que emitieron contratos ficticios para servicios inexistentes.
El Banco Paulista dijo en un comunicado que cooperaba con las autoridades.
También se emitieron 41 órdenes de cateo en Sao Paulo, Río de Janeiro y Porto Alegre a empresas que, según las autoridades, recibieron más de 71 millones de dólares del banco.
El fiscal Julio Noronha dijo que la operación era el inicio de un proceso “para obligar a rendir cuentas a los agentes de los sectores financiero y bancario que permitieron el lavado o el pago de sobornos de millones de reales”.
El operativo es parte de la llamada investigación “Auto Lavado”, la cual inició en 2014 y reveló cómo las empresas de construcción recibían contratos inflados y pagaban miles de millones de dólares en sobornos a políticos y funcionarios del gobierno.