Guatemala es un país rico en cultura y costumbres, y el 1 de noviembre es propicio para mostrar diferentes facetas, incluida la gastronomía. Este día especial, en que se conmemora el Día de Todos los Santos, las familias elaboran una serie de platillos que no pueden faltar en la mesa.
En el país es una tradición que durante esa fecha se visiten los cementerios y que las familias lleven comida al pie de las tumbas en donde disfrutan de estos platillos; con la creencia de que quienes están al otro lado, también participan de estos alimentos.
Fiambre
Sin duda alguna el fiambre es el platillo emblemático de esta celebración guatemalteca, su característica especial es que cada familia le pone su sello especial, ya que aunque tiene una base para su preparación, cada grupo familiar puede agregar los ingredientes de su gusto. El platillo lleva curtido que se hace a base de repollo y remolacha, entre otras verduras, así como embutidos; que se cree representan al difunto y el curtido a la tierra.
Ayote en dulce
Se trata de un postre típico muy tradicional en Guatemala que se come especialmente para este día, y consiste en cocinar ayote o calabaza como se le conoce en otras partes del mundo, con panela, canela, pimientas en bola; jengibre y sal. Seguro que le quedarán ganas de más.
Molletes guatemaltecos
Otra delicia de la cocina guatemalteca que no puede faltar, son los molletes en miel o torrejas. Estos también se preparan especialmente durante semana santa y en noviembre en la celebración del día de todos los santos. Son piezas de pan dulce cubiertas en la parte superior con harina tamizada, simulando un volcán nevado. Se elaboran con el pan que lleva ese mismo nombre, rellenándolo con crema y pasas; que posteriormente pasan en un batido de huevo y se fríen. La miel se elabora a base de azúcar y canela.
Atol blanco
Se trata de una bebida tradicional que tiene origen prehispánico y está elaborado a base de masa de maíz. Se puede preparar en cualquier época del año y es frecuente encontrarlo en las ferias de pueblos y mercados.
En el caso particular del día de Difuntos, es un postre delicioso que se toma después de comer fiambre.