Sin la luna y el agua, la vida en la Tierra no sería posible. Una nueva investigación sugiere que ambas fueron posibles gracias al protoplaneta Tea (Theia), que colisionó con la Tierra hace 4 mil 400 millones de años.
Los científicos llevaban desconcertados mucho tiempo a causa del verdadero origen del agua de la Tierra. La Tierra se formó en el sistema solar interior sí, pero el sistema solar interior estaba seco. Los materiales húmedos del sistema solar fueron relegados al sistema solar exterior.
Los meteoritos carbonosos ricos en agua, por ejemplo, provienen del sistema solar exterior. Los meteoritos no carbonosos del sistema solar interior no tienen agua. En algún momento durante la historia temprana de la Tierra, los materiales carbonosos suministraron grandes cantidades de agua.