El empresario la había hecho beneficiaria de un seguro de vida por 360.000 dólares
Jennifer Morrisey, de 31 años, es una stripper estadounidense que lleva dos años en juicio, acusada de asesinar de un tiro en la cabeza a su amante millonario. De acuerdo a los investigadores, la mujer mató al hombre luego que él le pusiera fin a la relación extramarital.
Morrisey conoció a la víctima, Michael McNew, de 64 años, en 2013, en un club donde ella bailaba. El ejecutivo de la industria farmacéutica se enamoró de la chica y en ese momento iniciaron una relación amorosa, a pesar que el hombre tenía esposa e hijos.
Durante todo este tiempo, Morrisey recibió ayuda económica de parte de McNew, como cuando en 2015 pagó una fianza de 4.000 dólares para que ella quedara libre de cargos por delitos de drogas. Además, el empresario la hizo beneficiaria de un seguro de vida por 360.000 dólares, aparte de cubrir los gastos de un lujoso departamento, automóvil y otras excentricidades, publica The Sun.
Eso hasta que en 2017 la relación se deterioro, en parte porque McNew optó pasar más tiempo con su familia y menos con su amante. Finalmente, el hombre decidió terminar el vínculo y le pidió a la stripper que no lo buscara más.
La chica no lo pudo soportar y se inició un envío mutuo de mensajes con amenazas. Según el informe policial, un día Morrisey llegó hasta uno de los domicilios del ejecutivo y ambos discutieron por unos minutos, luego forcejearon y finalmente ella sacó un arma, con la cual le dio un tiro en la cabeza.
La fiscal del caso reveló que Morrisey se fue del lugar del crimen y luego volvió para hacer parecer que todo lo ocurrido era un robo, y que su examante había sido baleado por desconocidos.
Pero la persecutora descartó este móvil: “La escena del crimen, las pruebas forenses y las acciones del acusado apuntan a una cosa: ella fue allí, le apuntó con un arma y le disparó una vez entre los ojos. Eso fue un asesinato”, declaró.
La versión de la defensa de la stripper ha planteado otro escenario. De acuerdo a esta, el ejecutivo le pidió a ella que fuera hasta la casa para conversar temas relacionados con su seguro, momento en el que discutieron y ella le apuntó con el arma, la cual se disparo accidentalmente. La mujer habría quedado en shock y por eso hizo parecer que era un robo.
Desde que se inició el juicio y hasta el día de hoy, Jennifer Morrisey permanece en prisión preventiva, acusada de asesinato, robo, posesión de armas y manipulación de pruebas físicas.
Fotos: Facebook.