En la audiencia de primera declaración por el asesinato de la niña Hillary Arredondo se supo que los tres señalados se encuentran guardando prisión en un sector de la Granja Penal Canadá, en Escuintla, donde se encuentran los privados de libertad de la tercera edad.
El argumento del por qué se encuentran en ese lugar es qué si los llevan a otro sector, corren el riesgo de ser asesinados.
Consultado el director del Sistema Penitenciario (SP) Luis Rodolfo Escobar Ovalle, admitió que los presuntos asesinos de Hillary Arredondo se encuentran en un lugar aparte
“ se encuentran en un lugar aislado. Se tuvo la denuncia que ellos corren peligro, entonces nosotros tenemos la obligación como estado y como Sistema Penitenciario de proteger la vida, del privado de libertad”. A decir del director no importando lo que hicieron los procesados, “porque de lo que se les acusa es terrible”.
El Sistema Penitenciario tiene en cuenta que la seguridad de los privados de libertad es importante, al resto de la población.
“Este tipo de delito muchas veces ha ocasionado algún tipo de daño a los privados de libertad, de los cuales están siendo acusados”.
¿Qué tipo de agresión reciben?
“En algunos casos son golpeados, y muchas veces les ocasionan lesiones graves y gravísimas”.
¿Son abusados sexualmente?
“Dicho extremo no hemos podido determinar a ciencia cierta, porque esto es competencia de los investigadores del Ministerio Público, al momento de realizar todos los peritajes correspondientes, aunque se tiene la sospecha que ha llegado a pasar, por eso debemos de proteger a los privados de libertad a toda costa para no violar sus derechos humanos”.
¿Privados de libertad han sido asesinados por cometer violaciones?
“Sí, en años anteriores, se ha investigado y en antecedentes se ha visto, que son lastimados de tal forma que fallecen al momento de estar en un centro hospitalario”.
¿Cuánto tiempo pasan aislados?
“Nosotros buscamos la forma o el lugar idóneo hasta que ellos puedan ser liberados de este aislamiento no permanente. Pero es un poco difícil determinar en qué momento otros privados de libertad los dejarán de intimidar, o bien de lastimarlos”.
“Me amenazaron ellos dos, que si no lo hacía, matarían a mi familia”