Los comicios para la legislatura estatal fueron considerados una prueba para el gobierno del canciller Olaf Scholz —cuya coalición es encabezada por el Partido Socialdemócrata— por la forma en que ha manejado la política alemana ante la guerra en Ucrania. La votación le dio a la CDU, el partido de la ex canciller Angela Merkel y opositor al gobierno de Scholz a nivel nacional, una sólida victoria después de una serie de derrotas electorales.
Las proyecciones de las cadenas de televisión ARD y ZDF, basadas en encuestas de salida y los primeros conteos de votos, le dieron a la CDU aproximadamente el 43%, muy por encima de los demás partidos. Los socialdemócratas de Scholz parecían rezagarse a la tercera posición detrás de los Verdes: las proyecciones les daban alrededor del 16% de los votos en comparación con el 17% o 18% para los Verdes.
La CDU y los Verdes lograron avances significativos el domingo con respecto a hace cinco años, y los socialdemócratas sufrieron fuertes pérdidas.
Según las proyecciones, el gobernador Daniel Günther se encamina a obtener un segundo período en el cargo, luego de que su CDU ha estado al frente de Schleswig-Holstein desde 2017 en un gobierno de coalición con los Verdes y el Partido Democrático Libre. El estado más septentrional de Alemania tiene cerca de 2,9 millones de habitantes.
En otras proyecciones, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) recibió apenas entre el 4,6% y 4,7% de los votos, que lo colocan por debajo del umbral del 5% requerido para obtener escaños en la legislatura estatal . De consolidar la tendencia, sería la primera vez que el partido queda fuera de una de las 16 legislaturas estatales desde su fundación en 2013.
La elección estatal se llevó a cabo después de varios meses turbulentos para Scholz, que asumió el cargo en diciembre al frente de una coalición de tres partidos con los Verdes y el Democrático Libre. El canciller ha sido criticado en las últimas semanas por la forma en que ha manejado la política alemana frente a la guerra en Ucrania.
Tras la invasión rusa, Alemania rompió su tradición de no enviar armas a conflictos y se deshizo mandarlas a Ucrania, pero Kiev la ha criticado por lo que dice son muestras de indecisión y lentitud para proporcionar el material.