Según relatan los médicos, el asalto inmediato de Covid-19 al cuerpo es extenso. Se dirige a los pulmones, pero la falta de oxígeno y la inflamación generalizada también pueden dañar los riñones, el hígado, el corazón, el cerebro y otros órganos.
Aunque es demasiado pronto para decir a qué discapacidades duraderas se enfrentarán los sobrevivientes de Covid-19, las pistas provienen de estudios de neumonía grave, una infección que inflama los alvéolos pulmonares, como lo hace coronavirus.
Algunas de estas infecciones progresan al síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), en el cual esos sacos se llenan de líquido. “Esa condición a veces conduce a cicatrices que pueden causar problemas respiratorios a largo plazo”, afirma Ferrante, pero los estudios muestran que la mayoría de los pacientes con SDRA finalmente recuperan su función pulmonar.
Después de cualquier caso grave de neumonía, una combinación de enfermedades crónicas subyacentes y una inflamación prolongada parece aumentar el riesgo de enfermedades futuras, como: ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad renal, precisa Sachin Yende, epidemióloga y médica de cuidados críticos de la Universidad de Pittsburgh.
Entretanto, se analiza otro problema llamado el post – síndrome de cuidados intensivos. Posiblemente una de las consecuencias sea el aumento de los problemas de salud mental, entre ellos la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático después del estrés psicológico de una enfermedad grave.
Según el análisis, las personas que estuvieron conectada a un ventilador para poder respirar, podrían estar propensos a la atrofia muscular y la debilidad.
Los expertos en el tema indican que darán seguimiento a los casos que estuvieron graves y se recuperaron, para llevar un registro de las consecuencias del coronavirus en el cuerpo humano.