Los aumentos se reflejarán en el salario neto que recibirán los uniformados, en los fondos que reciben para comprar sus uniformes y en las horas extras, dijo Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más poblada e importante del país.
El anuncio se produjo luego de que en la víspera las autoridades provinciales y el gobierno nacional afrontaran manifestaciones de miles de uniformados de la fuerza, la más numerosa del país con unos 90.000 agentes, en las inmediaciones de las residencias del gobernador y del presidente Alberto Fernández en las afueras de Buenos Aires.
Los policías se quejan de sus bajos salarios, de que pagan el alcohol en gel y otros insumos sanitarios de su bolsillo y que los compañeros de los agentes infectados no son aislados adecuadamente. Al mismo tiempo exigen móviles policiales sin desperfectos técnicos y capacitación y entrenamiento permanente.
Kicillof anunció que unos 39.000 oficiales de la policía bonaerense “pasarán a percibir un salario de bolsillo de 44.000 pesos (unos 559 dólares)” y que también habrá aumentos para “toda la jerarquía”.
En la actualidad, los oficiales de menor rango reciben 34.000 pesos (unos 430 dólares) al mes, en un contexto de inflación y crisis económica agravada por la pandemia.
Por otro lado, se destinarán 5.000 pesos ( 63 dólares) por mes para la adquisición de uniformes, lo que más que cuadriplica la cifra vigente en la actualidad, y se aumentará el valor de las horas extras a 120 pesos (1,5 dólares), tres veces más que lo que los agentes cobran en la actualidad.
Los agentes del servicio penitenciario también serán beneficiados con estos aumentos.
Según Kicillof, cuyo anuncio televisado fue seguido por policías concentrados en distintos puntos de la provincia, con esta decisión “comienza una equiparación del salario con el de la Policía Federal Argentina” y “se viene a saldar una deuda” con la fuerza bonaerense en un contexto de falta de recursos y crisis en el distrito por la pandemia.
Los agentes analizarán en las próximas horas el anuncio.
El reclamo de la policía bonaerense generó un temor en el gobierno por el posible efecto contagio en otras fuerzas de seguridad.
Para poder hacer efectivas estas subas, Fernández anunció la víspera una quita de más del 1% de la distribución nacional de impuestos destinada a la Ciudad de Buenos Aires para dirigir esos recursos a la provincia, medida que no ha sido bien recibida por las autoridades capitalinas.
Se trata de un monto que este año asciende a unos 31.000 millones de pesos (cerca de 394 millones de dólares).
El reclamo policial se produjo en momentos en que la inseguridad aparece en varias encuestas como la mayor preocupación de los argentinos, por encima de la crisis económica y el COVID-19, y a pocos días de que el gobierno de Fernández anunciara un plan contra la delincuencia para las localidades cercanas a Buenos Aires -crónicos focos de violencia-, que supone el despliegue de miles de efectivos y fondos por unos 480 millones de dólares.
Argentina ha reportado más de 512,000 casos del nuevo coronavirus y más de 10,700 decesos.