Los de Carlo Ancelotti buscarán amarrar el liderato del grupo C y también la clasificación a la ronda de octavos de final de la Champions League, que se jugará el próximo año.
El 14 veces campeón del torneo europeo más importante a nivel de clubes aterrizó hoy por la mañana en Braga, Portugal, para enfrentarse al equipo con el mismo nombre. Será algo histórico, ya que el Real Madrid visita por primera vez en la historia de la UCL este modesto campo.
Y precisamente la estructura del Estadio Municipal de Braga ha llamado poderosamente la atención. Se trata de una instalación deportiva con apenas dos tribunas y rodeada de montañas.
Este escenario, con capacidad para 30.200 espectadores, vio la luz en 2003 para la Eurocopa que se celebró en Portugal en una cantera, lo que hace que este recinto deportivo sea muy especial y llamativo, aunque no a todo el mundo le gusta.
Conocido en Portugal como a pedreira, este peculiar estadio está construido en una cantera de Monte Castro, que domina la ciudad de Braga. Una de sus grandes peculiaridades es que sólo tiene dos gradas laterales, mientras que detrás de uno de sus fondos están las paredes de roca de la cantera y en el contrario hay una pequeña colina con una vista panorámica de la ciudad.
Otros detalles
Cada grada lateral se cubre con una cubierta al estilo de un techo, y ambos están conectados entre sí a través de decenas de cables de acero, inspirada en un diseño de los puentes construidos por los incas. Por estos detalles, los trabajadores que padecen cada día este estadio aseguran que «esto es una obra de arte y no un campo de fútbol».
Este estadio es muy llamativo, pero su funcionalidad es muy limitada. «Hacer cualquier cosa en este estadio es una odisea», aseguran operarios. Además, se quejan de frío que hace y de los gélidos que son los encuentros, ya que no acuden muchos aficionados. Lo que se encontrará el Real Madrid, en el que es posiblemente el partido más importante de su historia, es lo anormal.