Los incendios forestales en Bolivia ya han consumido 5,3 millones de hectáreas, sostuvo el sábado una organización no gubernamental. La zona más afectada es la Chiquitanía, en la frontera con Brasil, después de casi dos meses de lucha contra el fuego.
La Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) informó el sábado que la Chiquitanía ha perdido 3,9 millones de hectáreas, que representa un 73% de sus tierras, mientras que la región amazónica de Beni llegó a 1,2 millones de hectáreas, que significa un 23%, basados en una estimación realizada a partir de imágenes satelitales de la NASA.
En los últimos 10 años este es el pico más alto que se produce en la región oriental de Santa Cruz, a unos 500 kilómetros al sureste de La Paz, donde están los bosques de la Chiquitanía. La región es el motor agroindustrial del país.
Estamos en proceso de liquidación del fuego… Tenemos prácticamente controlados los fuegos, no fueron aún eliminados”, dijo jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman. Añadió que las lluvias de los últimos días ayudaron a combatir las llamas.
Sin embargo, el director del Centro de Operaciones de Emergencia de la Gobernación de Santa Cruz, Enrique Bruno, reportó que el fuego continúa afectando a 13 localidades.
Kaliman dijo que los focos de incendio bajaron de 8.461 el 17 de agosto, a 361 este jueves.
Los incendios comenzaron a finales de julio. Las quemas provocadas para renovar pasturas y eliminar barbechos, una práctica común entre los agricultores y ganaderos, y se salieron de control debido a una sequía prematura y vientos fuertes que autoridades y ambientalistas atribuyeron al cambio climático. La temporada de quema se extiende generalmente hasta fines de octubre.
Aunque un decreto del gobierno este año permite las llamadas “quemas controladas” con fines agrícolas, el presidente Evo Morales dijo que el fuego se exacerbó por el calentamiento global y culpó a las potencias industriales.
Más de 5.000 personas entre bomberos, voluntarios ayudan a sofocar los incendios. El gobierno contrató el avión cisterna Supertanker, desde el 23 de agosto a la fecha, también opera el avión ruso y varios helicópteros y ayuda internacional.
De las zonas afectadas en Chiquitanía, explicó la FAN, 1,4 millón de hectáreas “corresponde a áreas de bosque y el resto a áreas no boscosas, que incluyen pastizales, cerrados y otros”.