Después que el organismo legislativo aprobó la ampliación presupuestaria que solicitó el Presidente de la República, algunas posturas se han hecho evidentes, una de ellas la calificadora, Mooby´s Ratings, en la que ven positivo la asignación de más recursos.
En la publicación que se hizo, se detalla lo siguiente:
“El 14 de agosto, el Congreso de Guatemala (Ba1 estable) aprobó una medida para ampliar el presupuesto del gobierno para el año en curso por cerca de Q14.5 mil millones (o 1.6% del PIB). La ampliación contribuirá a hacer frente a las antiguas carencias en materia de infraestructuras y desarrollo social, y potencialmente impulsará ligeramente el crecimiento. El Gobierno de Arévalo buscó la ampliación para complementar el presupuesto actual, prorrogado desde 2023 después de que el Tribunal Constitucional suspendió en enero el presupuesto propuesto para
2024”.
La calificadora explica que los saldos de caja que se acumulan es importante que sean utilizados.
El presupuesto ampliado permite al gobierno aprovechar los saldos de caja acumulados este año, dado que los ingresos aumentaron más de lo presupuestado (los ingresos reales aumentaron un 7% interanual hasta junio), al tiempo que permite aumentar el gasto en las prioridades de desarrollo del Gobierno reformista. La ampliación por Q 14.5 mil millones en el presupuesto actualmente activo de Q116.9 mil millones, prorrogado desde 2023, prevé un aumento del 25% .
No esperamos que las métricas fiscales de Guatemala conduzcan a un deterioro del perfil crediticio. El nuevo presupuesto para 2024 permite un déficit máximo del 2.4% del PIB, en línea con las recomendaciones del FMI para déficits temporales del 2%-3% para abordar brechas críticas de desarrollo. En junio, la balanza fiscal arrojaba un superávit, dado el aumento de los ingresos y la disminución de los gastos en un 5% interanual (el gasto en bienes y servicios disminuyó un 31% y los gastos de capital un 24%)
Es probable que la balanza pase a ser deficitaria a medida que el gasto aumente en el segundo semestre, de acuerdo con la tendencia histórica. No obstante, el Gobierno dispone de un importante margen presupuestario, dado el descenso de la carga de la deuda, que era del 27.2% del PIB a finales de 2023, por debajo del 29% del año anterior. Incluso con una política fiscal más expansiva en los próximos años, el escenario de referencia del Gobierno es que la carga de la deuda aumente pero se mantenga por debajo del 30% del PIB.