El Real Madrid está en plena renovación de la plantilla y una de las consecuencias es el baile de dorsales. Con las salidas de Benzema, Asensio, Hazard y Mariano quedaron libres los números 9, 11, 7 y 24 respectivamente. Dos de ellos ya están adjudicados, el 7 será para Vinicius que hereda un número mítico que llevaron desde Cristiano Ronaldo hasta Amancio, y Rodrygo el 11, que llevaba Asensio y que heredó de Bale cuando se fue cedido al Tottenham. Mientras que Fran García, presentado ayer, llevará el 20 de Vinicius.
Quedan cinco dorsales por adjudicar para los refuerzos que están por llegar. Bellingham podría llevar el 22 que ha lucido Rudiger esta temporada. El alemán está dispuesto a cedérselo sabedor de que es el que ha llevado en el Borussia y lleva con su selección. Existe una buena historia detrás de ese número 22 que descubre Mike Dodds, el entrenador de Jude cuando era niño: “Me dijo que quería ser un 10 y yo le contesté que podía ser un 22. Me preguntó que a qué me refería y le dije: ‘Puedes ser un 4, un 8, o un 10, alguien que lo haga todo’”. Los tres suman 22 y eso marcó al jugador.
Salvo Vinicius y Rodrygo, y posiblemente Rudiger, los demás jugadores mantendrán los dorsales que han llevado esta temporada, aunque podrían cambiarlos y llevar los que estén libres o puedan estarlo. Vallejo, que lleva el 5 mítico de Zidane; Odriozola, el 16; Lunin, el 13 e incluso Modric, que lleva el 10 pero que su continuidad no está asegurada ante esa oferta tentadora que tiene del fútbol de Arabia Saudí, serían sensibles a ser heredados por los jugadores que seguirán en la plantilla o los que llegue nuevos.