Un juez chileno condenó el miércoles a cuatro médicos y dos exagentes por el asesinato del expresidente Eduardo Frei Montalva en 1982, el crimen de más alto perfil ocurrido durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El magistrado Alejandro Madrid estableció en su fallo que Frei, de 71 años, murió por la “introducción paulatina de sustancias tóxicas no convencionales”, por la aplicación de un producto farmacológico no autorizado y “por el debilitamiento de su sistema inmunológico”, que permitió la aparición de bacterias oportunistas.
Agregó que el exmandatario sufrió una tardía y deficiente atención médica cuando fue reingresado a una clínica privada por un decaimiento tras una operación por una hernia a fines de 1981.
Frei Montalva, quien gobernó Chile entre 1964-1970, favoreció el golpe militar de Pinochet en 1973, aunque al conocer las violaciones a los derechos humanos se convirtió en un férreo opositor a la dictadura junto al líder sindical Tucapel Jiménez, asesinado en febrero de 1982, un mes después del homicidio del exmandatario.
De acuerdo con el fallo, el entonces médico del hospital militar Patricio Silva Garín recibió una condena de diez años de prisión por la autoría del asesinato; Luis Becerra chofer de Frei e informante de la policía secreta de la dictadura y el agente de la misma Raúl Lillo, recibieron penas de siete años cada uno por su coautoría en el crimen.
El médico Patricio Valdivia, también ligado a los organismos represivos, fue sentenciado a cinco años por su complicidad en el asesinato, y como encubridores los tanatólogos de la Universidad Católica Elmar Rosenberg y Sergio González recibieron tres años de cárcel. Los condenados pueden apelar el fallo.
La investigación estableció que Becerra se desempeñó por muchos años como chofer de Frei mientras simultáneamente informaba a la Central Nacional de Informaciones la policía secreta de Pinochet de la que luego se convirtió en agente.
La hija del exmandatario, la exsenadora demócrata cristiana Carmen Frei, fue la primera en denunciar el crimen en el 2000, pero pocos la escucharon hasta que se inició un proceso que se prolongó por 16 años.