La Comisión Nacional de Salud de China ha anunciado este lunes que el domingo 12 de abril en la parte continental del país se registraron dos muertes y 108 nuevos casos de contagio del SARS-CoV-2, 98 de ellos importados de otros países afectados por el brote.
Los contagios crecieron desde los 99 nuevos casos del día anterior y ahora representan el máximo desde el 5 de marzo, cuando las autoridades sanitarias chinas detectaron 143 nuevos positivos. Entre tanto, en Hong Kong, Macao y Taiwán registraron 1.004, 45 y 388 nuevos infectados con coronavirus respectivamente.
El número total de los contagiados detectados en la China continental hasta el 12 de abril se sitúa en 82.160 y el número de fallecidos a causa del covid-19 es 3.341. Las personas que se han recuperado y han sido dadas de alta son ya 77.663, con lo cual el número de los casos activos es 1.156.
De momento la mayor preocupación del Gobierno chino es una posible segunda ola del brote que podrían causar los infectados que ingresan en el país desde el extranjero.
“Casi no hay posibilidad de contener el virus antes de julio”
Según Yuen Kwok-yung, el autor principal de un reciente estudio que determinó que el nuevo coronavirus puede generar el triple de patógenos que el SARS de 2003, “prácticamente no existe la posibilidad de contener el virus antes de julio” y las cuarentenas de 14 días no son suficientes, por lo que tras la reapertura de las fronteras es posible que sea necesario hacerles pruebas a los viajeros.
El microbiólogo comentó a South China Morning Post que el virus puede seguir propagándose después del verano, olbigando a que se mantengan las políticas de distanciamiento social, además de organizar pruebas y supervisiones en cada oficina y centro educativo. También instó a seguir llevando mascarillas en lugares públicos, mantener una buena higiene personal y someterse a pruebas para asegurarse de que uno no tiene el nuevo coronavirus.
En cuanto a la terapia de los pacientes con covid-19 —enfermedad para la que no existe cura ni tratamiento que elimine el virus del organismo— Yuen Kwok-yung señaló que los intentos de inducir una respuesta del sistema inmunológico representan la dirección correcta. Así, citó como ejemplo el cóctel de lopinavir y ritonavir, antivirales empleados en la terapia del VIH, junto con el interferón beta utilizado por los médicos de Hong Kong.
“De nuestros resultados preliminares se desprende que el interferón beta es la columna vertebral, el componente más importante de esta terapia”, afirmó el científico chino.