En medio de una oleada de calor en el oeste de Europa, dos piscinas municipales en Grenoble, Francia cerraron sus puertas luego de que un grupo de mujeres musulmanas llegó al lugar vistiendo ‘burkinis’.
Siete mujeres protestaron en las piscinas el pasado domingo contra la prohibición de usar ese traje de baño musulmán que cubre el cuerpo femenino por completo, apoyadas por el grupo activista Alliance Citoyenne.
Según el comunicado del concejo municipal, los vigilantes de las piscinas solicitaron el cierre porque “están allí para mantener condiciones de seguridad, algo que no pueden hacer cuando tienen que preocuparse por las multitudes” generadas por los polémicos trajes de baño, inusuales en Europa.
“Estamos trabajando en una solución positiva”, señalaron las autoridades.
Francia, que es el país europeo con mayor población musulmana, fue la primera nación de la UE en prohibir vestimentas musulmanas en lugares públicos, medida que adoptó en 2011.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos apoyó la prohibiciónen 2014, desestimando los argumentos sobre violación de la libertad religiosa.
Varios políticos de ultraderecha expresaron su oposición al burkini el lunes pasado, un día después de la manifestación de musulmanas en Grenoble.
Varias ciudades turísticas en Francia vedaron los burkinis en los últimos años, alegando una amenaza a la seguridad o la violación de los derechos de la mujer. Algunas de las medidas fueron canceladas por tribunales.
Este año, el minorista deportivo francés Decathlon tuvo que abandonar el plan de vender trajes de correr musulmanes en Francia, tras verse objeto de críticas.