La sentencia es inferior a la petición de la fiscalía, que solicitaba cadena perpetua contra el hombre de nacionalidad rusa, por el ataque ocurrido en abril de 2017, y en el que resultó herido el jugador español Marc Bartra.
El atentado se produjo cuando el equipo alemán se dirigía en su autobús hacia el estadio Signal Iduna Park, donde iba a jugar un partido de cuartos de final de la Champions League contra el AS Mónaco, de Francia.
Sergej W. había puesto una bomba de fabricación casera en el bus, que hizo detonar cuando la unidad inició su marcha, tal y como él mismo confesó durante el proceso. El propósito del autor del atentado aparentemente no tenía ninguna relación con el fútbol, sino que pretendía provocar una baja en las acciones del Borussia Dortmund en la bolsa de valores de Alemania.