Ambas cámaras aprobaron la medida, que le dará a los legisladores más tiempo para encontrar maneras de debatir respetando las normas de distanciamiento social, en momentos en que consideran pasos para reabrir la economía.
El Congreso actualmente se encuentra estancado en las negociaciones sobre una segunda parte de un paquete de rescate económico que es el más abultado en la historia del país. Los avances se han visto entorpecidos por la necesidad de mantener distancia entre los legisladores, la avanzada edad de algunos de ellos y la insistencia del presidente Donald Trump de que pronto se levante las restricciones.
La Cámara de Representantes y el Senado originalmente planeaban reanudar sesiones la semana entrante, pero ya desde hace algunos días esa posibilidad se estaba descartando. El lunes, la cúpula de la cámara baja anunció que no se reunirá antes del 4 de mayo. EL líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, hizo lo mismo el martes, afirmando que la decisión se basa en las opiniones de expertos.
El sentimiento de urgencia económica batallaba con la necesidad de mantener la distancia interpersonal debido al virus, y la pugna política asociada con la campaña electoral para las elecciones de noviembre.
Los demócratas por ahora se han negado a aprobar el pedido de Trump de 250,000 millones de dólares para ayudar a la pequeña empresa, considerando que las condiciones tienen que ser modificadas y que además se debe aprobar otra partida de 250,000 millones para los profesionales de la salud y para los gobiernos estatales.