La inhóspita selva del Darién, por la que pasaron más de 250.000 niños rumbo a Estados Unidos desde 2020, es la “peor experiencia” que puede vivir un niño ante la incapacidad de los gobiernos de garantizar una migración segura, manifestó un experto de la ONU.
“Darién es lo peor que le puede pasar a un niño migrante y a su familia en su experiencia por buscar un futuro mejor”, dijeron autoridades del Comité Derechos del Niño de Naciones Unidas.
Para el experto, “en su integralidad está siendo atacada” cuando un menor “tiene que vivir la experiencia de atravesar el Darién”.
“Y si es un niño no acompañado, peor”, lamentó al señalar que se le vulneran los derechos básicos a la vida, educación y salud, entre muchos otros.


Según el gobierno panameño, más de 290.000 migrantes cruzaron el Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, rumbo a Estados Unidos en 2024. En su mayoría son venezolanos, pero también hay colombianos, ecuatorianos, haitianos y chinos, entre otros.
De esa cifra, unos 61.000 eran niños. Si bien algunos hicieron la travesía acompañados por adultos, otros estaban solos, enviados así por sus familiares o porque los perdieron en el camino.
“El Darién es la peor experiencia que puede vivir un niño a la que han empujado los gobiernos que no se han puesto de acuerdo en garantizar una ruta migratoria segura”, agregó el experto.
En la selva, los migrantes enfrentan peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales que les roban y violan, según organizaciones internacionales.
Las autoridades panameñas desconocen con exactitud la cantidad de migrantes que mueren en la selva debido a lo inaccesible del terreno para recuperar los cuerpos.
“Cada vez más el enfoque que se prioriza es el de la seguridad, y el enfoque que debe priorizarse, más cuando hay niños, es el enfoque de la protección”.