Este 6 de enero, la iglesia católica conmemora la solemnidad de la Epifanía del Señor; es decir el momento de la manifestación de Jesucristo a la humanidad y se recuerda el relato bíblico del recorrido que hicieron los Reyes Magos para encontrarlo y ofrecerle regalos; los cuales tienen un significado especial.
Durante el rezo del Ángelus con motivo de esta solemnidad, el Papa Francisco explicó el significado de estos regalos para los feligreses.
El Santo Padre indicó que a cambio del oro, incienso y mirra que ofrecieron; ello recibieron “tres preciosos dones que también nos conciernen a nosotros”. Según cita la Agencia de Noticias Católica, Aciprensa, Su Santidad, se refirió a estos dones de la siguiente manera.
Llamado de Dios
En primer lugar, habló del “don de la llamada” y destacó que “Dios nos llama a través de nuestros más grandes deseos y aspiraciones”. “Los Magos se dejaron asombrar e incomodar por la novedad de la estrella y se pusieron en camino hacia lo que no conocían… Se sintieron llamados a ir más allá”, dijo el Papa.
En esta línea, el Santo Padre subrayó que “esto también es importante para nosotros: estamos llamados a no contentarnos, a buscar al Señor saliendo de nuestra comodidad, caminando hacia Él con los demás, sumergiéndonos en la realidad. Porque Dios llama cada día, aquí y hoy, en nuestro mundo”.
Discernimiento
En segundo lugar, se refirió al “don del discernimiento” porque los Magos no se dejaron engañar por Herodes sino que “saben distinguir entre la meta del viaje y las tentaciones que encuentran en el camino”. “¡Qué importante es saber distinguir la meta de la vida de las tentaciones del camino! ¡Saber renunciar a lo que seduce, pero lleva por mal camino, para comprender y elegir los caminos de Dios! El discernimiento es un gran don, y nunca hay que cansarse de pedirlo en la oración.”, destacó.
Don de la Sorpresa
Finalmente se refirió al “don de la sorpresa” porque los Reyes Magos “acogen la sorpresa de Dios y viven su encuentro con Él maravillados, adorándole: en la pequeñez reconocen el rostro de Dios”.
“Humanamente todos estamos inclinados a buscar la grandeza, pero es un don saber encontrarla de verdad: saber encontrar la grandeza en la pequeñez que Dios tanto ama”, indicó.
De este modo, el Santo Padre explicó que “todos somos llamados por Jesús, todos podemos discernir su presencia, todos podemos experimentar sus sorpresas” e invitó a recordar los dones que hemos recibido de Dios.