Los tres estadounidenses y un alemán estaban flotando frente a la costa de Florida, cerca de Tampa, menos de 24 horas después de partir de la Estación Espacial Internacional. NASA esperaba recibirlos en Houston en las próximas horas.
“Fue un hermoso viaje”, expresó el comandante de la cápsula, Raja Chari. En cuanto al regreso a la gravedad, dijo que “hay una sola queja. Estas botellas de agua son superpesadas”.
Chari, Tom Marshburn y Kayla Barron, de la NASA, y Matthias Maurer, de la Agencia Espacial Europea, salieron de la cápsula menos de una hora después del amarizaje, agitaron los brazos y alzaron los pulgares mientras se los llevaban en camillas al examen médico.
Al partir de la estación espacial el jueves abrazaron a los siete astronautas que permanecen allí.
“Es el final de una misión de seis meses, pero creo que el sueño espacial sigue vivo”, dijo Maurer.
SpaceX trasportó a sus reemplazantes estadounidenses e italiano la semana pasada después de un viaje chárter a la estación para un trío de empresarios.
Se han completado dos envíos y dos regresos de tripulantes en apenas un mes. La empresa de Musk ha puesto a 26 personas en órbita en menos de dos años desde que empezó a trasportar astronautas para la NASA. Ocho de los 26 eran turistas espaciales.
El vicepresidente a cargo de SpaceX, William Gerstenmaier, reconoció estar viviendo “una época bastante emocionante”.