El pasajero, identificado únicamente como “González” por razones de seguridad, jamás imaginó que su comentario “no presionen fuerte porque podría explotar” desencadenaría una alerta de bomba en el aeropuerto internacional la aurora.
Aunque no se procedió a su consignación debido a que la empresa no presentó cargos en su contra, se explicó que posteriormente se presentará una denuncia formal. Además de causar esta alarma, González podría ser vetado por las aerolíneas.
Un reporte de la división de investigación y desactivación de armas y explosivos, DIDAE, de la policía nacional civil detalla que, tras la evacuación de los pasajeros, se procedió a realizar una revisión minuciosa al sujeto que originó la emergencia.
Se coordinó el apoyo del binomio canino k-9, compuesto por Kylder Corado y el can Zekk.
Con sustos y nerviosismo, los pasajeros observaban cómo su vuelo se retrasaba mientras se completaba todo el protocolo de seguridad.
Finalmente, se concluyó que no existía ninguna sustancia, material o componente de artefacto explosivo, improvisado o de cualquier índole, tanto en el interior del equipaje, en la aeronave, como en la humanidad del bromista, quien nunca pensó en las consecuencias de sus palabras.