Autoridades dieron a conocer sobre los resultados obtenidos del Operativo “Cancerbero” tras 31 diligencias de allanamiento, inspección, registro y secuestro de evidenciasen combate al narcotráfico a través del Centro Interinstitucional contra la Narcoactividad en Guatemala (CICNAG).
Resultados
Según el informe brindado, lograron la aprehensión de 16 personas, entre estas se encuentra la de uno de los líderes de la organización criminal, sindicado de los delitos de comercio, tráfico y almacenamiento ilícito y asociaciones delictivas y comercio, tráfico y almacenamiento ilícito y asociaciones delictivas.
Seis aprehensiones por delitos como transacciones ilegales y asociaciones delictivas, transacciones e inversiones ilegales, tránsito ilícito de armas de fuego o municiones, asociaciones delictivas, comercio, tráfico y almacenamiento ilícito y asociaciones delictivas; y la detención de seis agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), por los delitos de revelación de información confidencial, asociación ilícita, abuso de autoridad, obstrucción de justicia e incumplimiento de deberes.
Tres personas más fueron aprehendidas en flagrancia, entre estas dos se ejecutaron por posesión ilegal de armas de fuego o municiones.
Además, se coordinó una notificación de orden de aprehensión en el Centro Penal de Izabal, por el delito de asociaciones delictivas.
Así también durante el desarrollo de las diligencias se logró la incautación de dos teléfonos celulares, siete vehículos, dos paquetes de cocaína, seis armas de fuego, ocho artefactos explosivos, 109 mil 175 quetzales y 63 mil 780 dólares de los Estados Unidos de América.
El operativo denominado “Cancerbero”, se llevó a cabo en seguimiento a la investigación del caso Tráfico Regional, en inmuebles ubicados en los departamentos de Zacapa, Huehuetenango, Izabal, Alta Verapaz, El Progreso, Jutiapa y Chiquimula.
Antecedentes
Según las investigaciones, la estructura operaba en el departamento de Izabal, traficaba droga que adquirían en Honduras y posteriormente la trasladaban a Huehuetenango, en Guatemala, donde la recibía otro grupo que la distribuía en México.
También detalla que el MP logró establecer que la organización criminal delinquió desde aproximadamente el 2019 a la fecha; asimismo, durante el transcurso de la indagación se documentaron 10 hechos delictivos en los que se les vincula y se logró debilitar a la estructura con una afectación económica de aproximadamente 18 millones 136 mil 786.6 quetzales.
La estructura está conformada por células
La primera célula criminal, dedicada a la negociación y venta ilegal de armas de grueso calibre de uso exclusivo del ejército y fuerzas de seguridad del Estado y armas tipo explosivos.
Esta negoció y trasladó armas de grueso calibre, tales como fusiles de asalto AR-15 de uso militar, granadas de fragmentación de uso militar, y cartuchos de lanzagranadas. Dichas armas fueron trasladadas a través de maletas de viaje por medio de buses extraurbanos y vehículos automotores para evitar la detección y pesquisas de las autoridades.
La segunda célula cuyas actividades principales son el tráfico ilícito de droga y dinero, a través de las negociaciones y comercialización de los ilícitos y su posterior traslado.
Esta creó un complejo andamiaje de coordinación, empezando por el control de las poblaciones cercanas a la frontera de Corinto, ubicada en el departamento de Izabal y puntos ciegos cercanos, pagando a determinados miembros de la población de escasos recursos económicos para que estos se encargaran de la vigilancia de las carreteras principales y controlar en todo momento la presencia y movimiento de elementos de la PNC, prestando especial atención a elementos de la (SGAIA) y así evitar las pesquisas.
Dicho radio de control se extendía a más de 20 kilómetros a la redonda desde las carreteras y cruces principales. La célula criminal se encargaba de recibir los cargamentos provenientes de Honduras, los cuales eran preparados y ocultados en compartimientos artesanales (caletas) en vehículos agrícolas de bajo perfil y camiones de carga para no levantar sospechas del personal antinarcótico. Posteriormente los vehículos eran conducidos por miembros de la estructura criminal a través de las principales rutas del país en dirección a Huehuetenango y eventualmente a México.