El tiburón de seis branquias del Atlántico, cuyo nombre científico es Hexanchus vitulus y comúnmente conocido como tiburón cañabota, se registró por primera vez en Guatemala.
La Fundación Mundo Azul, que realizó el estudio sobre esta especie marina en cooperación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA); señala que uno de los registros más importantes se reportó en la costa Caribe de Guatemala el pasado 29 de diciembre de 2020.
Después de 84 medidas morfométricas para 10 individuos registrados en la comunidad de El Quetzalito, podemos reportar una especie más de tiburón para nuestro país.”, destacó la entidad.
El hallazgo es tan importante que la revista de investigación marina Latin American Journal of Acuatic Research publicó el artículo elaborado por la fundación.
Acerca del tiburón Hexanchus Vitulus
Esta especie de tiburón habita a más de 100 metros de profundidad y nunca antes se registró en aguas guatemaltecas.
Un artículo de National Geographic destaca que la especie fue descubierta apenas en el 2018, después de investigaciones de expertos de todo el mundo, que descartaron que se tratara de tiburones más pequeños de las únicas dos especies que se conocían de este tipo.
Esta especie, que recibe el nombre de tiburón de seis branquias atlántico, habita en las profundidades del océano Atlántico, así como en partes del Índico y el Pacífico. Sus ancestros se remontan a hace más de 250 millones de años, 20 millones antes de la era de los dinosaurios”, señala el artículo.

Apoyo a la conservación marina
Ante el acelerado declive de la biodiversidad marina que afecta a innumerables especies y a las comunidades que dependen de estos, desde el 2014, Fundación Mundo Azul trabaja por la protección y conservación de las poblaciones de tiburones, rayas y los ecosistemas marinos de Guatemala.
Uno de sus objetivos es alcanzar un país y región en la que los habitantes conozcan, valoren y protejan su patrimonio natural como fuente de prosperidad social, ambiental y económica.

Proyectos
El pasado 8 de marzo, la fundación presentó su informe anual 2020, el cual destaca los proyectos y logros alcanzados en cuanto a la conservación y uso sostenible de los ecosistemas marino-costeros.
Entre estos destacan 22 proyectos de conservación realizados con apoyo de donantes, durante 5 y 4 años ha monitoreado la pesca artesanal en el Caribe y Costa del Pacífico y ha publicado 5 artículos científicos.
Asimismo contribuye al conocimiento de las comunidades respecto a la especie que incidan en la toma de decisiones y fortalecer acciones de conservación a corto, mediano y largo plazo.