Dolor en Comitancillo

Dolor en ComitancilloSalieron con mochilas al hombro llenos de sueños por alcanzar, pero regresaron a su tierra natal adentro de un ataúd.

Salieron con mochilas al hombro llenas de sueños por alcanzar, metas por cumplir y un par de mudadas de ropa.

En menos de tres meses regresaron a su tierra natal adentro de un ataúd. Murieron masacrados en Camargo Tamaulipas, en el vecino país de México.

Una sirena anunciaba la llegada de los fallecidos, decenas de personas se aglomeraron, entre ellos familiares y amigos de los fallecidos. El punto de reunión fue el Estadio Municipal de Comitancillo, San Marcos, donde recibieron las honras fúnebres. Minutos después fueron trasladados a las viviendas de sus familiares para ser velados.

Escenas de dolor

Cerca de las 7:00 de la noche ingresaron a Comitancillo. La llegada fue tardía, porque en cada poblado que pasaban por la ruta interamericana, las personas pedían a los familiares que hicieran un alto para poder despedir a los fallecidos, que se fueron de su tierra con muchos sueños, debido a las pocas posibilidades que tuvieron.

Al llegar a Comitancillo varios vehículos ingresaron, entre automotores y motocicletas, que se fueron sumando en el recorrido.

En el interior de las carrozas fúnebres se podía observar las fotografías de las víctimas.

Familiares y amigos no se contenían e iniciaron a llorar, porque nunca se imaginaron que los volverían a ver dentro de un ferretero.

Testimonios

“Una jornada bastante larga desde la Capital hasta Comitancillo, San Marcos, estamos muy agradecidos ya estamos aquí en nuestro pueblo, mucha gente nos espera porque la familia no está perdida, la muerte de mi hija fue un paso para conseguir otra vida mejor. Es algo triste pero sabemos que ella está en un lugar mejor”, dijo el padre de una de las víctimas.

“Es lamentable nosotros no nos esperábamos todo esto, la última vez que vi a mi primo no fue así. Ahora lo veré en un ataúd. Él decidió viajar a Estados Unidos porque quería una casa. Era miembro de un ministerio de alabanza católico, quería ayudar a los integrantes con nuevos instrumentos, quería ayudar a su mamá por un problema de diabetes”, dijo entre lágrimas Daniel López, un primo de Gudiel Pablo Tomás.

Cuando fueron colocados los ataúdes, los familiares de las víctimas que no pudieron hacer el viaje a la capital, soltaron el llanto al momento de tocar el ataúd donde estaban los restos de sus seres queridos.