Alrededor de 500 ecuatorianos protagonizaron el jueves en Quito una marcha pacífica para exigir a las autoridades la despenalización del consumo del cannabis con fines recreativos y la creación de espacios donde consumirlo con libertad.
“Así como hay espacios donde se consume alcohol sin ningún tipo de restricción por toda la ciudad, exigimos lo mismo para el cannabis”, dijo a The Associated Press Esteban Ávila, uno de los organizadores de la demostración. “También exigimos educación para los policías, que no criminalicen a quienes portan cannabis en la cantidad señalada por la ley como porte legal”.
La movilización se produjo por las calles del centro-norte capitalino, donde muchos de los asistentes iban consumiendo cannabis abiertamente y en actitud provocativa.
En Ecuador está en vigencia una tabla de porte y consumo de drogas en la que consta que un consumidor habitual puede estar en posesión de 10 gramos para uso personal, aunque para ello no hay espacios designados. Si las autoridades hallan una mayor cantidad, así sea un gramo, constituye un delito. Uno de los problemas frecuentes de los consumidores de cannabis es que los agentes no llevan balanzas para pesar esas cantidades, por lo que juzgar si es un delito queda a la entera decisión de la policía.
Carlos Landázuri, promotor del cultivo y del consumo responsable de cannabis, destacó a la AP que “se debe despenalizar el cannabis, hay que sincerar a la sociedad, pero hay que entender que no solo es cuestión de nuestro país sino que estamos insertos dentro de políticas internacionales en contra de los drogas”.
Añadió que no promueve el consumo del cannabis en adolescentes, pero que se ratifica en que puede ser a partir de los 18 años “cuando la persona llega la mayoría de edad, si ya se tiene edad para ir a la guerra, consumir tabaco, alcohol y para conducir, entonces tiene la edad para decidir si quiere consumir cannabis”.