El Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso aranceles de hasta el 456 % sobre las importaciones de acero provenientes de uno de los principales socios comerciales del país norteamericano, Vietnam.
Un comunicado emitido por el departamento este martes detalló que se trata de productos de acero resistente a la corrosión y conformado en frío. Precisamente en estos productos funcionarios estadounidenses detectaron un “sustrato de origen surcoreano o taiwanés”. A su juicio, por medio de este componente Hanói esquivaba las normas ‘antidumping’ y contra subvenciones de EE.UU., sostuvo el departamento.
Los impuestos sobre los productos siderúrgicos de Corea del Sur y Taiwán se impusieron en diciembre de 2015 y febrero de 2016, respectivamente. Desde entonces y hasta abril de 2019, los suministros de Vietnam a Estados Unidos de las mencionadas dos clases de acero subieron en un 332 % y un 916 %, según calcularon los funcionarios.
La semana pasada, el presidente Donald Trump catalogó Vietnam en una entrevista telefónica como “casi el peor abusador de todos”. Al ser preguntado sobre el traslado de numerosas empresas de China a su vecino del sur, el mandatario confirmó esta información y agregó que “Vietnam se aprovecha de nosotros incluso peor que China”.
El mayor beneficiario con el peor superávit
Los datos del comercio muestran que Vietnam se ha erigido como el principal beneficiario de la guerra arancelaria entre EE. UU. y China. En general, las exportaciones vietnamitas al país norteamericano aumentaron casi el 30 % en el periodo entre enero y mayo de este año. En términos del PIB, el país creció un 7,9 % al aumentar las exportaciones tanto a China como a EE. UU.
El superávit comercial anual de la nación del sudeste asiático con EE. UU. superó 20.000 millones de dólares en 2014 y alcanzó casi 40.000 millones de dólares el año pasado. Según los datos de la Oficina del Censo de EE.UU., se trata del índice de superávit más alto registrado desde 1990.
Vietnam declaró recientemente que estaba trabajando para reducir el superávit comercial. Y esta semana la embajada estadounidense en Hanói informó que estaba negociando con las autoridades comunistas y esperaba de su parte unas “medidas a corto plazo” para abordar las preocupaciones de Washington “de manera constructiva”.