Las autoridades de salud pública en Estados Unidos han hecho sonar la alarma durante meses, quejándose de que no tienen suficiente apoyo o dinero para aplicar rápidamente las vacunas contra el COVID-19. Ahora, el lento inicio del mayor esfuerzo de vacunación en la historia del país les está dando la razón.
A medida que trabajan para acelerar la campaña de vacunación, los departamentos de salud pública estatales y locales mencionan una variedad de obstáculos, sobre todo la falta de liderazgo del gobierno federal. A muchos funcionarios les preocupa estar perdiendo tiempo en este momento en que las demoras podrían costar vidas.
Los estados lamentan la falta de claridad sobre cuántas dosis recibirán y cuándo. Dicen que deberían haberse dedicado más recursos a las campañas de educación para calmar las preocupaciones entre las personas que desconfían de recibir las inyecciones. Y aunque el gobierno federal aprobó recientemente 8.700 millones de dólares para las vacunas, tomará tiempo llegar a lugares que podrían haber usado el dinero hace meses para prepararse para administrar inyecciones de manera más eficiente.
Tales quejas se han convertido en un estribillo común en una nación donde los funcionarios de salud pública se han quedado solos para resolver problemas complejos.
“El tema recurrente es la falta de una estrategia nacional y el intento de pasar la pelota hasta que no haya nadie más a quien regresársela”, dijo Gianfranco Pezzino, exdirector de salud pública en el condado de Shawnee, Kansas.
Operation Warp Speed, el programa federal de vacunación prometió distribuir dosis suficientes para inmunizar a 20 millones de personas en diciembre. No se alcanzó el objetivo y, hasta el viernes, unas 6,6 millones de personas habían recibido su primera inyección. Se han entregado alrededor de 22 millones de dosis a los estados.
La Asociación Estadounidense de Hospitales calcula que 1,8 millones de personas deben ser vacunadas diariamente desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo para alcanzar una inmunidad generalizada en el verano.
El viernes, el presidente electo Joe Biden dijo que la campaña era una “parodia” y denunció la falta de un plan nacional, reiterando su compromiso de administrar 100 millones de inyecciones en sus primeros 100 días de gobierno. No ha compartido detalles y se espera que esta semana hable del tema.
Por AP.