Siete cascos azules egipcios han muerto en Malí en lo que va del año, según las autoridades.
Olivier Salgado, el portavoz de la misión de la ONU en Malí, confirmó el viernes que Egipto suspenderá sus actividades en Malí.
“Confirmamos que Egipto, a través de su Misión Permanente ante Naciones Unidas en Nueva York, manifestó a principios de semana su preocupación por el incremento de los ataques contra sus cascos azules que escoltan los convoyes que abastecen nuestras bases en el centro y norte de Malí. Estos ataques han causado la muerte de 7 soldados egipcios desde principios de año”, dijo en un comunicado. “Se nos ha informado que, como resultado, el contingente egipcio suspenderá temporalmente sus actividades dentro de MINUSMA a partir del 15 de agosto”.
La ONU dijo que la seguridad de sus fuerzas de paz es una prioridad.
Egipto actualmente aporta alrededor de 1.030 soldados y 24 oficiales de estado mayor a la misión de la ONU en Malí.
Malí ha luchado por contener una insurgencia extremista islámica desde 2012. Los rebeldes extremistas fueron expulsados del poder en las ciudades del norte de Malí con la ayuda de una operación militar dirigida por Francia, pero se reagruparon en el desierto y comenzaron a atacar al ejército de Malí y sus aliados. La inseguridad ha empeorado con los ataques en las regiones norte y central contra civiles y fuerzas de paz de la ONU.
La fuerza de la ONU ha dicho que más de 250 de sus fuerzas de paz y personal han muerto desde 2013, lo que convierte a Malí en la más mortífera de la docena de misiones de mantenimiento de la paz de la ONU en todo el mundo.