Las autoridades de la iglesia titular de Amatitlán informaron este viernes que no se realizará la tradicional procesión acuática por medidas de seguridad sanitaria mientras el templo aun no es restaurado tras los daños sufridos por un sismo.
Con más de 350 años de antigüedad, el recinto sufrió serios daños, dejando la estructura de las columnas con grietas y el techo en mal estado, luego del sismo de 6.8 grados, registrado el pasado 17 de febrero por la madrugada.
Por medio del consejo pastoral se ha acordado que por las condiciones sanitarias de la época y del momento en nuestro municipio y situación de la iglesia, se determino no llevar a cabo la procesión. Esperamos que el proximo año podamos llevar a cabo las tradiciones y actividades acostumbradas.
Las imágenes del niño Dios están expuestas a la veneración de nuestros fieles, invitando a todos a la oración y seguir pidiendo guía y bendición de nuestro señor. Byron Albizures, párroco
La iglesia ubicada en el parque central de Amatitlán resulto dañado por el sismo que sacudió a los guatemaltecos meses atrás, sin embargo no se tiene una fecha para llevar a cabo los trabajos de restauración que puedan ponerla a disposición de los feligreses nuevamente.
Estamos en la fase de estudios y no sabemos cuanto tiempo nos pueda durar la restauración y ya tener nuestro tiempo disponible para que se pueda celebrar la eucaristía. El templo fue muy dañado de las paredes y de un modo particular el techo que sufrió serios daños. También estamos en el estudio para que saber que trabajos nos va autorizar antropología e historia y las instituciones encargadas, los apoyos y las ayudas que necesitamos buscar para llevar adelante los trabajos de restauración.
El recorrido de la procesión generalmente daba inicio en la parroquia San Juan para luego cruzar el lago hasta llegar a la llamada silla de piedra, en donde permanece unas horas y posteriormente es trasladada nuevamente al templo.
Es importante destacar que esta actividad coincide con la celebración del Día del Albañil y el Día de la Cruz, por lo cual es cónico que cada año se observe una colorida cruz en las construcciones donde estos profesionales en obras laboran. Aunque a causa de la pandemia y el sismo, la tradición se ve suspendida nuevamente.