Pasan los años y Cristiano Ronaldo permanece. Da igual el contexto, el partido o el equipo donde esté, porque su olfato goleador y sus ansias por seguir demostrando su calidad continúan vigentes. El pasado domingo, ante Escocia, en el segundo partido de la Nations League, el siete portugués saltó al campo en la segunda mitad para dar la vuelta al tempranero gol de Scott McTominay. No necesitó más minutos, dos postes y gol en el minuto 88 para culminar la remontada y escribir así su firma número 901 sobre los terrenos de juego.
Con este nuevo tanto con Portugal, Cristiano inicia, a sus 39 años, el camino hacia el que posiblemente sería el broche de oro a una de las carreras más laureadas de la historia: el sueño de los 1.000 goles. Una cifra mágica, que si bien todavía parece lejana, el portugués ve más que factible. “Quiero llegar a los mil, pero con una diferencia, todos mis goles están grabados”, dijo en una entrevista con su ex compañero Rio Ferdinand haciendo clara referencia a la marca que Pelé consiguió el 19 de noviembre de 1969 con un penalti ante el Vasco da Gama y que muchos ponen en duda por la falta, lógica, de imágenes que la corroboren en su totalidad.
Alejado ya de la Champions y del fútbol de élite, Cristiano anotó la pasada campaña 44 goles entre todas las competiciones que disputó con el Al-Nassr y fue nombrado mejor futbolista de la temporada. Un rendimiento que le permite seguir siendo decisivo con su selección, donde continúa ampliando su registro goleador tras alcanzar el pasado domingo los 132 tantos.
Su técnico en Portugal, Roberto Martínez, destacó en la rueda de prensa posterior al partido el “gran momento” que está viviendo su capitán, pero desterró la idea de que sufran de una dependencia. Lo que sí es seguro es que cualquier cosa es posible cuando se habla de Cristiano. “Estamos con él hasta el gol mil“, señaló Bruno Fernandes. Toda una predicción.