El crudo estadounidense cayó este lunes casi un 20%, por debajo de los 15 dólares el barril en Asia, un nuevo mínimo en más de dos décadas, debido al desplome de la demanda mundial provocado por la pandemia de coronavirus.
El barril estadounidense West Texas Intermediate (WTI) con vencimiento del contrato en mayo perdió más de 18,7% y se situó en 14,84 dólares la unidad en las primeras operaciones asiáticas, lo que supone su precio más bajo desde 1999.
Incluso, esta madrugada, ha llegado a caer más, casi un 21 %, ante la proximidad del vencimiento de los contratos.
En el caso del Texas con vencimiento en junio, la caída es mucho menor, del 5,75 %, hasta los 23,59 dólares.
Por otra parte, el Brent del Mar del Norte, de referencia en Europa, caía 1,5% hasta los 27,64 dólares el barril.
Los mercados de petróleo se han desplomado en las últimas semanas a su nivel más bajo en casi 20 años, porque los bloqueos y las restricciones de los viajes en todo el mundo tienen un fuerte impacto en la demanda.
La crisis se agravó después de que Arabia Saudita, miembro de la OPEP, lanzara una guerra de precios con Rusia, que no es miembro de esta organización.
Los dos países pusieron punto final a la disputa a principios de este mes aceptando, junto con otros Estados, reducir la producción en casi 10 millones de barriles diarios para impulsar los mercados afectados por el virus.
Pero los precios siguieron cayendo. Los analistas estiman que los recortes no bastan para compensar la caída masiva de la demanda.
Los analistas de Renta4 explican que este descenso del WTI se debe al temor que existe entre los inversores a la falta de capacidad de EE.UU. para almacenar el crudo, y ello, en un contexto de fuerte recorte de la demanda por el parón de la actividad, consecuencia del coronavirus.
Asimismo, añaden los analistas de Renta4, a esto se une el recorte de la oferta aprobado por la OPEP+ a principios de abril, de unos 9,7 millones de barriles diarios, que “el mercado considera insuficiente”.
“Los precios del crudo siguieron bajo presión”, señala por su parte el banco ANZ en una nota.
“Aunque la OPEP ha aceptado una reducción sin precedentes de la producción, el mercado está inundado de petróleo”, añadió, refiriéndose a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y a los socios no miembros de la OPEP.
“Todavía se teme que las instalaciones de almacenamiento en Estados Unidos se estén quedando sin capacidad”, estima el banco.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos informó de que los inventarios de petróleo subieron 19,25 millones de barriles la semana pasada.
Con información de Infobae.