Estados Unidos ha sido escenario de constantes hechos violentos, la preocupación aumenta ya que estos ataques son a quemarropa.
El ataque más reciente fue en contra de una niña de tan solo seis años, identificada como Kinsley White quién jugaba con un grupo de amigos en una de las casas del condado de Gaston.
La pelota le rebotó y cayó accidentalmente en el patio de un vecino, la menor se acercó a la casa para recuperar su balón, fue recibida con gritos por Robert Singletary, un hombre afroamericano de 24 años. El padre de la niña William White, enfrentó al sujeto por el maltrato hacia la pequeña, el individuo se molestó y sacó un arma de fuego y disparó contra White y el grupo de niños, hiriendo a Kinsley en su rostro y a su padre en la espalda.
El escenario era aterrador, niños corriendo en el vecindario tratando de resguardarse de las balas, perseguidos por un hombre que disparaba sin control.
El pánico se apoderó de los vecinos quienes indicaron que el hombre se había mudado recientemente al barrio y que ya había sido protagonista de varios enfrentamientos con otros niños que pisaban su jardín.
La madre de Kinsley, Ashley Hilderbrand, indicó que los médicos lograron extraer varios fragmentos de bala de la mejilla de su hija, mientras que su codo también fue rozado por un proyectil.