Las selecciones de España y Brasil disputarán en marzo de 2024 un partido amistoso para reforzar el compromiso contra el racismo y la violencia de ambas entidades.
El acuerdo alcanzado entre Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol y Ednaldo Rodrigues, máximo mandatario de la Confederación Brasileña, pone fin al caso Vinicius y sella la paz entre los dos países.
Tal y como informa la RFEF en su comunicado, el enfrentamiento se disputará “en suelo español” y tiene la intención de convertirse en una “gran fiesta del fútbol” entre dos de las selecciones más potentes del mundo tras el deleznable episodio racista que sufrió Vinicius durante el partido ante el Valencia.
Debido a lo ocurrido sobre el césped de Mestalla, la RFEF, el Consejo Superior de Deportes y LaLiga impulsaron la campaña “racistas, fuera de nuestro fútbol” con la que aspiran a erradicar las actitudes racistas y xenófobas de los aficionados.
El partido amistoso que disputarán ambas selecciones lo harán bajo el lema “una misma piel” y, además de combatir el racismo, también refuerza los lazos entre España y Brasil.
Desde que Vinicius sufriera las agresiones racistas, Rubiales y Ednaldo Rodrigues han estado en permanente contacto y ambos coinciden en que el partido es una “oportunidad estupenda” para lanzar un mensaje conjunto contra la violencia en el mundo del fútbol.
Lo que se vivió en Mestalla se convirtió en cuestión de estado en Brasil. Lula da Silva, presidente del país sudamericano, defendió a su compatriotra antes de iniciar su rueda de prensa en la cumbre del G7. “No es justo para un pobre joven que triunfó en la vida y se esta transformando en uno de los mejores futbolistas. No podemos permitir que el fascismo y el racismo tomen los estadios de fútbol”.