En una funeraria ubicada en el centro de la ciudad de Guatemala se realiza el velorio del entrenador Julio Ariz Leiva, conocido en el fútbol nacional como “El Loco Leiva”, a donde están llegando familiares y amigos para despedirse y acompañar sus restos antes de darle cristiana sepultura.
Previo a llegar al lugar donde se realizan las honras fúnebres, también recibió homenajes en el municipio de San Pedro Sacatepéquez San Marcos, así como en Quetzaltenango.
La madre del entrenador, doña Blanca, ha recibido mucho apoyo de parte de las personas que querían a su hijo, que según cuenta, son muchas, pues su carisma y calidad de gente lo hizo alguien muy querido en diversos lugares.
“Muchísimas gracias por todo el apoyo, cariño, y la amistad que le dieron a mi hijo, él también lo daba, era muy agradecido, muy buen amigo, un excelente hijo y nieto, nos amaba, él en donde estuviese, de donde viniese su primera parada era para ver a sus viejas, mi mamá y yo, sus grandes amores”, doña Blanca, madre del Loco Leiva.
Amigos presentes como los hermanos y también futbolistas Pablo y José Mendoza viajaron desde anoche de Izabal, para llegar al velorio, pues tenían una relación bastante cercana, especialmente con Pablo con quien incluso tuvo una última conversación el sábado, un día antes de su muerte.
“Siempre hablábamos de futbol
Pablo Mendoza compartió su última conversación con el entrenador, indicando con una sonrisa que siempre hablaban de futbol y que esta no había sido la excepción.
“Siempre hablábamos temas de futbol, hablábamos de media hora a 40 minutos para eso, siempre nos contaba lo que hacía lo que le gustaba hacer. Siempre quería ganar y nos compartía cómo lo iba a hacer.Me habló para pedirme un consejo y se lo di y esa fue la última vez”, Pablo Mendoza, amigo de Julio Leiva.
Los hermanos y amigos del entrenador expresaron que están ahí por el lazo que los unía y que siempre estarán agradecidos por el apoyo que les dio cuando los entrenó en un equipo de San Benito, Petén, el cual tenía 11 o 12 años de no subir a primera división, lo cual él logró cambiar en un año, y después de eso agarró su camino para San Pedro Sacatepéquez, San Marcos.
“Como entrenador era exigente y muy disciplinado, antes de empezar un entreno él nos reunía para hacer una oración, andaba por buen camino, lo recordamos como buen amigo y buen entrenador, dijo José Mendoza.
Apasionado del futbol
Originario de Amatitlán, el “Loco Leiva”, era un apasionado del futbol, talento que demostró siendo muy pequeño según cuenta su madre doña Blanca.
“A él desde muy pequeño le gustó el futbol, siempre jugó en la colonia, en el colegio, y luego se iba a jugar con grandes, cuando apenas tenía 8 años, y le tomaron cariño los jugadores. Yo no estaba con él, mis papás lo criaron, y ellos lo castigaban, le escondían los zapatos pero él se iba, y se volvió futbolista. A los 17 años debutó como profesional en el equipo de Amatitlán, en la mayor, en donde fue campeón de copa, estaba en un nivel bastante alto. Estuvo con el profesor Ever González quien creyó en él. Mi hijo disfrutaba, él quería jugar, no quería estar sentado, y ese profesor le dio la oportunidad, luego se fue a la Antigua y en fin, todo su recorrido”, doña Blanca, madre del entrenador Leiva.
Incluso llegó a jugar en El Salvador, pues también tiene doble nacionalidad porque su abuela materna era originaria de ese país.
Agregó que en parte por varias lesiones sufridas decidió estudiar para entrenador, lo cual logró con satisfacción, ya que logró trabajar con varios equipos, además de una carrera de arquitectura.
El entrenador Julio Ariz Leiva era el técnico del equipo San Pedro FC, del municipio de San Pedro Sacatepéquez, San Marcos. Murió el domingo ultimado a balazos por un grupo de hombres armados que ingresaron hasta donde almorzaba con los jugadores.
Las autoridades investigan el crimen.