Fieles católicos acudieron a Catedral Metropolitana para honrar la memoria del Papa Emérito Benedicto XVI quien murió el pasado 31 de diciembre y fue sepultado hoy en el Vaticano. Los creyentes atendieron la invitación que realizaron las autoridades de la iglesia católica en Guatemala.
La Eucaristía de Resurrección que se ofició fue presidida por el nuncio apostólico del papa Francisco en Guatemala, Monseñor Francisco Montecillo Padilla; en la que se invitó a la oración por el eterno descanso de su alma y se recordó su servicio como mensajero de Dios.
Durante la homilía, Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, Arzobispo Metropolitano de Guatemala destacó las virtudes del pontificado de Benedicto XVI; quien buscó servir a Dios, estudiando en profundidad la teología y enseñándola después con brillantez insuperable.
Dios estuvo en el centro de su vida, en su corazón en su existencia y en su intelecto prodigioso, lo estuvo en sus reflexiones y en sus libros. En sus encíclicas y en sus grandes lecciones, por eso podemos decir hoy con la sencillez del autor sagrado, agradó a Dios y Dios lo amó”, indicó.
“A ti señor levanto mi alma”
Otro de los mensajes que se escuchó en la eucaristía de resurrección estuvo relacionado con la reflexión de los últimos días del papa Emérito y de la fe que mostró hasta el último momento, esperando la muerte con esperanza.
A ti señor levanto mi alma, el salmo proclamado hoy, podemos interpretarlo desde los últimos años del papa Benedicto XVI. Ya Emérito con fuerzas disminuidas, su vida fue una vida de oración, una vida en la que sabía de una muerte cada vez más cercana, esperando con fe. Su grandeza intelectual coherencia doctrinal, su vida ordenada y piadosa nos remiten al final de este salmo”.
Durante la homilía se observó la reverencia y el fervor de los fieles católicos, quienes escuchaban con atención, reflexión y mucho respeto la eucaristía; en la que también particparon las máximas autoridades de la iglesia católica del país, como son el nuncio apostólico del Papa Francisco en Guatemala, el Arzobispo Metropolitano, el Obispo Auxiliar de la arquidiócesis de Guatemala y el clero de sacerdotes.