Nuevas protestas se han generado en Estados Unidos, tras la muerte de un afromericano a manos de agentes policiales. Esta vez fue en el estado de Minneapolis, en donde el pasado domingo 11 de abril, Daunte Wright de 20 años de edad recibió un disparo por parte de un policía.

El jefe de Policía de Brooklyn Center, Tim Gannon, indicó que investigan el caso, sin embargo una de las hipótesis es que la agente que disparó contra Wright quería usar su taser (una pistola que realiza descargas eléctricas no letales) para detener a Wright pero en lugar de ello, accionó su arma de fuego.

Wright se convierte en la primer víctima afroestadounidense que perdió la vida a causa de la policía en un suburbio de Minneapolis, Estados Unidos.
La víctima tenía 20 años de edad y habría sido abatido tras ser interceptado por una infracción de tráfico en la zona de Brooklyn Center, en el norte de la ciudad, la mayor del estado de Minnesota.
Su muerte desató una ola de protestas en Minneapolis, que de alguna manera coincide con el juicio contra el exagente Derek Chauvin por la muerte de George Floyd el 25 de mayo del pasado año. Un caso ocurrido bajo el gobierno de Donald Trump, que en su momento desató una de las mayores olas de protestas raciales en la historia reciente de EE.UU. En ese momento, el gobernante de turno fue duramente criticado y acusado de incitar ese tipo de violencia.
Analistas destacan que con la muerte de Wright, se puede observar que se trata de un problema generado por el sistema y no precisamente por los mandatarios en turno. Ya que se considera un problema estructural.