El Partido Conservador gobernante sufrió derrotas electorales en sus escasos baluartes en Londres, según resultados anunciados el viernes, que acrecentarán la presión sobre el primer ministro Boris Johnson en medio de escándalos éticos y una situación económica que se deteriora.
La elección del jueves a miles de bancas en más de 200 concejos locales decidirán quién supervisará la recolección de basuras y la reparación de baches en las calles, pero además se las ve como un barómetro de la opinión pública de cara a la próxima elección nacional, que debe realizarse antes del fin de 2024.
El Partido Laborista, que está fuera del poder nacional desde 2010, ganó en Wandsworth, Barnet y Westminster, tres distritos londinenses controlados por los conservadores desde hace muchos años.
El partido de Johnson cedió terreno al partido de centro de los Demócratas Liberales en el sur de Inglaterra, otro de sus baluartes, donde muchos votantes de clase media se oponen al Brexit y están consternados por las denuncias de violación de normas e inconducta sexual en torno de Johnson y otros dirigentes nacionales conservadores.
Conocidos la mitad de los resultados el viernes por la mañana, el Laborismo no había registrado triunfos importantes fuera de la capital, sobre todo entre la clase trabajadora del norte, a la que Johnson ganó con promesas de mejorar las economías y oportunidades locales después de la salida británica de la Unión Europea.
El dirigente del Partido Conservador, Oliver Dowden, reconoció que los resultados en Londres eran “problemáticos”, pero que el “panorama más mixto” en otras zonas demostró que el Laborismo no tenía suficiente impulso para ganar la próxima elección general.
La coordinadora nacional de la campaña laborista, Shabana Mahmood, sostuvo que los resultados demostraron que el laborismo estaba construyendo una base sólida para regresar al poder después de las derrotas en cuatro elecciones nacionales sucesivas.
En las próximas horas se conocerán los resultados del resto de Inglaterra y toda Escocia y Gales. En Irlanda del Norte, donde se elige una nueva Asamblea (legislatura) de 90 bancas, las encuestas apuntan a que el partido nacionalista Sinn Fein ganaría la mayoría y el puesto de primer ministro por primera vez en la historia.