Gran Bretaña “podría alcanzar 40,000 muertes” para cuando acabe la primera ola del brote en el país, la mayor cifra de muertos por coronavirus de Europa, debido a “errores del sistema”, advirtió el viernes un destacado experto en salud pública, mientras el gobierno defendió su respuesta a la pandemia.
“Vamos a enfrentar nuevas oleadas, así que debemos asegurarnos de que tenemos un sistema en funcionamiento… que nos permite testear a la gente rápidamente en la comunidad, en residencias para ancianos, y asegurarnos de que los resultados les llegan pronto”, explicó Anthony Costello, director del Instituto de Salud Global del University College de Londres, Gran Bretaña a un comité de legisladores británicos.
El Reino Unido registró otras 847 muertes por coronavirus en hospitales, elevando el total general a 14,576, según cifras publicadas el viernes. El aumento fue ligeramente menor que los 861 publicado el jueves. La semana pasada se registró un máximo diario, con 980 muertes.
Hasta el jueves, el gobierno reportó que 13,729 personas fallecieron en hospitales británicos tras dar positivo al coronavirus.
Las cifras del gobierno han sido objeto de un escrutinio creciente. Es probable que subestimen la realoidad porque solo incluye muertes en hospitales y no los cientos, quizás miles, de decesos relacionados con el virus registradas en residencias de ancianos y en otros lugares.
Costello ha criticado abiertamente la estrategia gubernamental, señalando que no se ha hecho lo suficiente para realizar pruebas de detección del virus y que no se ha podido localizar y aislar a quienes estuvieron en contacto con personas contagiadas.
“¿Cuáles fueron los errores del sistema que nos han llevado a tener probablemente la mayor tasa de mortalidad de Europa?”, se preguntó.
Gran Bretaña fue más lenta que otros países europeos para imponer limitaciones obligatorias a actividad económica y a la vida de su población para limitar la propagación del coronavirus. La cuarentena decretada el 23 de marzo se amplió el jueves por al menos tres semanas más. Escuelas, restaurantes y la mayor parte de las tiendas están cerradas y la mayoría de la gente solo puede salir a la calle para hacer mandados esenciales o practicar deporte.
El secretario de Salud, Matt Hancock, defendió la actuación del gobierno diciendo que “examinar y rastrear” forma parte de su estrategia.
“Creo que tomamos las medidas correctas en el momento correcto”, apuntó.