Guatemala impulsa la primera resolución de la Organización Mundial de la Salud sobre salud renal, la cual, de concretarse traerá beneficios para los enfermos renales, no sólo de Guatemala, sino de los países miembros.
El Ministro de Salud Joaquín Barnoya, abordó el tema este jueves 13 de marzo, cuando se conmemora el Día Mundial del Riñón para sensibilizar a la población sobre la importancia de prevenir y controlar la enfermedad.
Agregó que hay desafíos para implementarla y que sea una realidad, pero que si se logra, se tendrá mayor financiamiento para programas de salud renal, acceso a medicamentos y tratamientos asequibles, así como reducción de la mortalidad por esta enfermedad.
“Este proyecto es un hito de país, ya que es la primera vez que Guatemala impulsa una resolución en la OMS y sería la primera vez que se adopta mundialmente una iniciativa impulsada por el país, que permitirá que la salud renal sea parte de la agenda global de salud pública”.
Finalmente indicó que la enfermedad renal crónica es un problema mundial, particularmente en Mesoamérica y que en la actualidad existen 674 millones de personas con enfermedad renal en el mundo y se prevé que para 2050 esta sea la quinta causa de muerte en el planeta, con un impacto desproporcionado en países con menos recursos económicos.
Situación en Guatemala
El Doctor Randall Lou, coordinador del Programa Nacional de Salud Renal, brindó datos puntuales de la situación de la Enfermedad Renal Crónica en Guatemala (ERC).
De esa cuenta indicó que el país ocupa el cuarto lugar en mortalidad por enfermedad renal en el continente americano, y que se ha observado un incremento alarmante de casos en los últimos 25 años.
“La enfermedad renal pasó de ser la octava causa de mortalidad en 2009, incrementando en 2019 a ser la quinta, y ahora, en 2024 es la cuarta”, señalo.

En cuanto a las acciones que se implementan señaló la implementación de la recién aprobada ley de trasplantes, lo cual se está realizando en base al reglamento. En ese sentido se está brindando entrenamiento al personal y se trabaja en programas de identificación temprana de pacientes con diabetes y presión arterial para que el plan integral abarque la mayor parte del país.
Así mismo, se han hecho inversiones como el pago de la deuda histórica de UNAERC, y la implementación del presupuesto para garantizar el acceso equitativo al tratamiento.