La suerte y buena fortuna junto a las oportunidades no es algo que le sonría a todos, sin embargo muchos guatemaltecos están convencidos que a pesar de las adversidades de la vida, deben levantarse, sacudirse y continuar la marcha.
Claudia Cermeño, es parte de un grupo de retornados que fue certificado por Intecap y otras entidades para desempeñar un oficio. El hecho de ser mujer en una cultura aún machista no ha sido una razón para darse por vencida.
En 2017, Claudia junto a su esposo, tomaron la decisión de viajar a los Estados Unidos, sin embargo por azares del destino fueron retornadas a Guatemala.
Previo a ser deportados, aprendió el oficio de instalar cielos falsos en Los Ángeles, California. Esto le ha srvido para emprender su propio negocio.
Haber estado en suelo norteamericano, fue una experiencia difícil y a la vez bonita, porque uno conoce muchos lugares y personas, pero en cuestiones laborales el latino es rechazado, máximo si es mujer que trabaja en construcción. Mi esposo y yo migramos hacía Estados Unidos hace dos años, regresamos en abril de este año. Él ha tenido la experiencia de trabajar en construcción y remodelación de interiores y él me ha enseñado este oficio, empecé comos u ayudante. Resalta Cermeño
El ser mujer, le ha generado críticas, pero, a pesar de ello, Cermeño, continúa abriéndose paso y luchando junto a su familia.
Desgraciadamente aquí en Guatemala como mujer me ha costado mucho, porque la labor de la construcción se ve exclusivamente para hombres y he tenido que lidiar con ese rechazo. A pesar de que mi trabajo es calificado, lucho contra ese estigma y discriminación al respecto. Agrega Claudia
Nuestra entrevistada agrega que exhorta a los retornados a que sigan adelante a pesar de los múltiples tropiezos de la vida.
Luchemos, nuestro país nos necesita. Podemos seguir adelante y probar que lograremos lo que nos propongámos en esta vida y trabajar ante todo con honestidad para sacar a nuestra familia y país hacía adelante. Concluye Cermeño