El 12 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se apareció ante el afligido Juan Diego, y le dijo:
No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”.
La feligresía católica celebra este lunes 491 años desde que San Juan Diego mostró al obispo la tilma con la imagen de la guadalupana, la cual continúa siendo venerada por miles de devotos en América.
Breve historia
Según documenta la Iglesia Católica, la Virgen María se apareció por primera vez a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, y le mandó que le dijese al obispo de México, fray Juan de Zumárraga, que le fundara un templo. El obispo le pidió a Juan Diego que le llevara una prueba.
En uno de sus encuentros, la madre de Dios le encargó que recogiera en su tilma (una tela muy sencilla) rosas de Castilla que habían florecido en el árido terreno, para que se las presentara al primer Obispo, como prueba de las apariciones.
Cuando Juan Diego desplegó la tilma con las rosas ante el obispo, apareció impresa la imagen de Nuestra Señora Guadalupe. En los siguientes siete años, más de nueve millones de indígenas se convirtieron al cristianismo.