“El incendio y los bloqueos impiden atender la emergencia por parte de los bomberos y el personal técnico”, dijeron Ecopetrol y su filial Cenit en un comunicado en el que advirtieron de los graves riesgos para las comunidades de la zona, los trabajadores y el medio ambiente.
Los depósitos hacen parte del plan de contingencia para almacenar el crudo en el momento en que se atienden las reparaciones al oleoducto Caño Limón-Coveñas, que ha sido blanco de 25 atentados con explosivos en 2019, la mayoría atribuidos por las autoridades militares a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El ataque se registró en zona rural del municipio de Arauquita, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
Además de los ataques a los oleoductos, la protesta social en contra de la actividad petrolera y minera del país se ha intensificado en los últimos meses, a lo que se suma la inseguridad jurídica provocada por fallos y consultas populares, lo que pone en riesgo la autosuficiencia del cuarto productor de crudo de América Latina.
Ecopetrol suspendió temporalmente este sábado la operación del campo Tibú y de la planta de gas Sardinata, en el departamento de Norte de Santander, por bloqueos y disturbios de la comunidad.
A comienzos del año pasado Ecopetrol perdió unos US$100 millones en un solo mes, después de que manifestantes bloquearon carreteras, invadieron campos y quemaron edificios en protesta por presuntas violaciones de acuerdos laborales.
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