El fútbol no deja de sorprender con situaciones fuera de lo común. En la final del Torneo Apertura de Costa Rica, un hecho insólito marcó el primer enfrentamiento entre Herediano y Alajuelense, que terminó con triunfo 2-0 para los locales.
Antes del inicio, el arquero visitante, Leonel Moreira, advirtió que uno de los arcos del estadio Carlos Alvarado no cumplía con las medidas reglamentarias. Los árbitros, alertados por este reclamo, midieron la portería con una cinta métrica y confirmaron que superaba los 2,44 metros establecidos por el reglamento. Aunque no se reveló la medida exacta, el asistente técnico del equipo visitante expresó su disconformidad: “No debería jugarse en estas condiciones, pero así fue“.
En lo futbolístico, los anfitriones dominaron desde el inicio. Con un doblete de Allan Cruz, quien volvió al club tras su paso por el Cincinnati de la MLS, el conjunto local se aseguró una ventaja importante de cara al cierre de la serie.
Con este resultado, Herediano se ilusiona con lograr su cuarto título en el Apertura, mientras Alajuelense buscará dar vuelta la historia en su casa.