Entre uno y seis meses podría tardar la unidad de investigación de accidentes aéreos en establecer las causas que ocasionaron que la avioneta en la que viajaban dos misioneros estadounidenses se precipitara a tierra en Chimaltenango.
Víctor Celada, de la unidad de investigación de accidentes aéreos indicó que la fase de investigación consta de tres fases: recolección de datos, análisis de datos y plantear las hipótesis de las posibles causas del accidente. Para realizarla se toman en cuenta diversos factores tales como el clima, la máquina, el factor humano y el ambiente donde se desarrolló el accidente, que en este caso se produjo en su fase de aterrizaje, “lo que nosotros vemos es el punto de impacto en donde la aeronave se incendió tras caer a tierra”, destacó.
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Indicios de la investigación
Celada refirió que dentro de lo que se ha analizado, se estableció que hubo una comunicación correcta con la torre de control “el piloto se declaró con su destino a la vista, después de que el ATC les indicó que tenía a la vista la pista, eso significa que él se encontraba ya con su destino. En este caso él no reportó ninguna falla o algún problema en su fase de aterrizaje por lo tanto lo que sucedió y es una hipótesis es que la falla ocurrió en la ida al aire, es decir que él intentó aterrizar, hubo alguna falla de distancia para que lo hiciera a una distancia de 800 metros de la pista programada”.
El hecho ocurrió cerca del medio día del jueves, los dos tripulantes fueron trasladados a la ciudad de Guatemala, pero esta mañana murió Luke Sullivan por la gravedad de las heridas.